¿Hay que sustituir una MMC por un robot?

 

Decidir si sustituir una máquina de medición por coordenadas (MMC) por un sistema de medición robotizado puede ser todo un reto. Para elegir con conocimiento de causa, es esencial comprender los puntos fuertes y las limitaciones de cada tecnología. Exploremos esto con más detalle, con ejemplos que te ayudarán a visualizar las diferencias.

 

La precisión de los sistemas MMC

Las MMC son el patrón oro de la medición de precisión, sobre todo en sectores en los que cada micra cuenta. Imagínate un laboratorio en el que se controlan todos los factores, desde la temperatura hasta la humedad, para garantizar que la MMC pueda proporcionar las mediciones más precisas posibles.

Por ejemplo, imagina que estás fabricando componentes para un motor a reacción. Las piezas tienen que encajar perfectamente, con tolerancias tan ajustadas que la anchura de un pelo podría marcar la diferencia. En este caso, la capacidad de una MMC para proporcionar una precisión micrométrica tiene un valor incalculable. Pero eso no es todo, una MMC también es crucial para la normalización en todas las líneas de producción, garantizando que cada pieza cumpla las normas de inspección globales. Es la herramienta a la que acudir para la inspección durante el proceso, y la investigación experta en los casos en que se requiere un análisis detallado.

Sin embargo, aunque la precisión de las MMC es inigualable, tienen algunos inconvenientes. Están fijas en un laboratorio alejado del proceso de producción. Si quieres un tiempo de respuesta rápido entre la identificación de un problema de fabricación y la reparación, la naturaleza remota de una MMC puede ser una limitación. Además, las MMC pueden tener dificultades para mantener el ritmo en entornos de producción de gran volumen en los que la velocidad es fundamental. Por ejemplo, si produces miles de piezas al día, la MMC puede convertirse en un cuello de botella debido a su menor rendimiento.

 

La versatilidad de los sistemas robotizados

Por otra parte, los sistemas de medición robotizados ofrecen un nivel de flexibilidad y unos tiempos de ciclo rápidos que pueden transformar tu proceso de producción. Imagina un brazo robótico, equipado con sensores, trabajando codo con codo con tu línea de fabricación. Se desplaza rápidamente de una pieza a otra, midiendo cada una de ellas con una rapidez y precisión que siguen el ritmo de la producción.

Por ejemplo, considera una línea de fabricación de automóviles en la que se producen cientos de puertas de coche cada hora. Se puede colocar un sistema robotizado en línea, justo al lado del proceso de montaje. A medida que pasa cada puerta, el robot mide rápidamente las características clave, comprobando que cumplen las especificaciones sin ralentizar la producción. La flexibilidad del robot también le permite medir piezas de distintas formas y tamaños, accediendo a zonas que podrían resultar difíciles para una MMC estacionaria.

Debido a su estrecha integración con la producción, los sistemas robóticos destacan en el control y la verificación de procesos durante la fabricación. Pueden proporcionar actualizaciones en tiempo real que permiten ajustes inmediatos en la planta de producción, ayudando a minimizar los residuos y optimizar la eficiencia.

Sin embargo, los robots no están exentos de limitaciones. Aunque destacan por su velocidad y pueden manejar un gran volumen de piezas, puede que no alcancen el mismo nivel de precisión que una MMC. Si tu proyecto requiere el máximo nivel de precisión, como en el caso de la fabricación de instrumentos de precisión, puede que un robot no siempre dé la talla.

 

Tomar la decisión: ¿MMC o robot?

Entonces, ¿cómo decidir entre una MMC y un sistema robotizado? Todo se reduce a tus necesidades específicas. Empieza por considerar los requisitos de precisión de tu proyecto. Si trabajas en algo donde la precisión no es negociable, como implantes médicos o componentes mecánicos, es probable que la alta precisión de una MMC sea la mejor opción. Pero si trabajas en un sector en el que la velocidad y la eficacia son primordiales, como la automoción o la industria aeroespacial, un sistema robotizado puede ser la mejor opción.

A continuación, piensa en el volumen de piezas que necesitas medir. Para grandes cantidades de piezas, la velocidad y la capacidad de rendimiento de un sistema robotizado pueden mejorar significativamente tu flujo de trabajo. Por ejemplo, en una fábrica que produce diariamente miles de componentes de plástico similares, la capacidad de un robot para medir con rapidez y precisión cada pieza puede suponer un importante ahorro de tiempo.

El tamaño y la complejidad de las piezas también son cruciales. Si tus piezas son grandes o tienen geometrías complejas, asegúrate de que el sistema que elijas pueda manejarlas. Los sistemas robóticos son especialmente eficaces en la medición de piezas complejas por su accesibilidad y flexibilidad. Imagínate a un robot recorriendo con destreza una pieza de fundición grande e intrincada, midiendo cada rincón y grieta sin perder el ritmo.

Por último, considera si necesitarás componentes adicionales, como mesas giratorias o ejes adicionales, para medir tus piezas con eficacia. Estos complementos pueden mejorar las capacidades tanto de las MMC como de los robots, pero pueden influir en tu decisión dependiendo de tu aplicación específica.

Sopesando cuidadosamente estos factores, podrás determinar si un sistema robotizado o una MMC son los más adecuados para tus necesidades de medición. Cada tecnología tiene sus puntos fuertes. Se trata de encontrar la que mejor se adapte a tus objetivos de producción.

 

Para saber más: Página web de i-Robot | Página web de inspección robótica